Bitácora

Hace algunos años, la Fundación Sendero de Chile compartió con nosotros una emocionante idea: crear un sendero de gran recorrido que conectara los ríos Aconcagua y Maipo a través de la majestuosa cordillera de la costa. Impulsados por esta visión, nuestra organización tomó la iniciativa de liderar el proyecto en su tramo norte, desde el río Aconcagua hasta Caleu en la región Metropolitana.

Para hacer realidad este ambicioso objetivo a largo plazo, y con el apoyo del Fondo de Acceso a la Naturaleza de Angloamerican, nos embarcamos en la tarea de recopilar información sobre los senderos potenciales. Además investigamos a fondo el tipo de propiedad de los terrenos por donde atravesaría el sendero propuesto. Tras varios meses de arduo trabajo, presentamos una propuesta de senderos de gran recorrido, creando travesías pueblo a pueblo como el primer paso para obtener todas las autorizaciones necesarias para llevar a cabo este sendero de gran recorrido.

En el año 2022, decidimos seguir adelante con el proyecto. Sin embargo, nos dimos cuenta de que existía una notable falta de información sobre senderos y otros datos relevantes que pudieran enriquecer la experiencia y la seguridad de los visitantes. Por lo tanto, optamos por postular nuevamente al fondo, esta vez con el objetivo de proporcionar información valiosa y práctica. Nuestra meta es crear una herramienta que enriquezca los senderos de acceso público del tramo norte y permita la incorporación de nuevas rutas en el futuro.

A principios de 2023, formamos un equipo dedicado a crear las "Rutas del Conocimiento". Este equipo está compuesto por un grupo diverso de expertos y entusiastas, cada uno desempeñando un papel fundamental en la iniciativa. Alvaro Alegria, coordinador del equipo y fotógrafo, lidera el proyecto. Gloria Murcia, presidenta del Centro Cultural Estación Ocoa, una organización que respalda esta iniciativa, se encarga de los contenidos culturales e históricos. Constanza Avendaño aporta su experiencia en biodiversidad, mientras que Yara Tripaiñan se dedica a los contenidos de geología y geografía. Carola del Río se encarga del diseño web, y Barbara Harris cumple con la tarea de traducir los contenidos al inglés. Además, contamos con el apoyo y la experiencia de Sebastián Infante, director de la Fundación Sendero de Chile.

Nuestro proyecto "Rutas del Conocimiento" es un testimonio de nuestra dedicación a la promoción del conocimiento y la exploración de los tesoros naturales y culturales de la región. Estamos emocionados por lo que el futuro nos depara y esperamos seguir compartiendo nuestras experiencias y descubrimientos a medida que avanzamos en este apasionante viaje.

La Exploración

Nuestra planificación comienza con el reconocimiento de las dinámicas del paisaje y cómo nuestra biodiversidad se ha adaptado al clima mediterráneo, generando condiciones diferentes a lo largo de todo el año, para que diferentes especies se desarrollen de una forma unica. Teniendo esto en cuenta, hemos definido los recorridos exploratorios en dos períodos, con el fin de obtener una imagen completa. Realizaremos salidas en otoño/invierno y primavera para recopilar información sobre diversas temáticas y determinar los puntos relevantes que se incluirán en la guía.

Esta es la bitácora de estas salidas.

Día 1

Primer viaje a El Quillay, 11 de abril de 2023

Nos reunimos en una mañana de otoño en Ocoa, que más bien parece verano. Parte del equipo llega desde Santiago, mientras el resto nos espera directamente en el acceso al Parque Nacional. En esta primera ocasión y para promover nuestro proyecto en nuestra comunidad, hemos invitado al equipo de turismo de la Municipalidad de Hijuelas, para que se interiorice de cómo se desarrolló el mismo.

El primer sendero seleccionado fue el sendero "El Quillay", un sendero de baja dificultad y no muy extenso, para poder ajustar nuestra metodología de recopilación de información.

Lo primero que nos sorprendió fue ver un parque muy seco, pero también nos muestra un parque en fructificación, ya que en esta época es cuando la mayoría de las especies generan sus frutos, que continuarán su ciclo con la llegada de la temporada húmeda. Al principio, no caminamos bajo el dosel del bosque, por lo que el sol se siente fuerte, pero esto también resalta algo que generalmente no prestamos mucha atención, y son los líquenes que abundan en el sendero y que gracias al sol los podemos ver, esto debido al gran contraste con las rocas grises y los troncos de los árboles.

Continuamos caminando y nos encontramos con más líquenes, pero esta vez en los troncos de árboles añosos. Las primeras palmas comienzan a verse, y una palma descabezada será el comienzo de muchos indicadores de que el calor que sentimos en otoño no es normal, y el bosque lo está experimentando.

Ingresamos al sendero propiamente tal, y el bosque cambia de inmediato. Un arrayán, un árbol tradicional de quebradas húmedas, nos da la bienvenida, comenzando un pequeño ascenso. Ahora sí estamos bajo el dosel del bosque, y la temperatura se siente más agradable.

Si miramos hacia la derecha, vemos la quebrada y un bosque tupido con muchas palmas. Hacia la izquierda, una ladera con una gran cantidad de especies briofitas nos sorprende, los líquenes adoptan formas diferentes y aparecen más y más especies que uno no logra apreciar en invierno o primavera.

El sendero continúa ascendiendo, el bosque cerrado termina al llegar a la cima de la colina, pero, caminamos unos pocos metros y regresamos nuevamente al bosque. Los quillayes y peumos se ven grandes y con un verdor que resalta en un entorno seco. Seguimos caminando y nos encontramos con una escalera que desciende hacia el fondo de una quebrada donde aún queda agua. Vemos una gran patagua, muchos canelos, y nos sorprende también una palma chilena creciendo casi en el agua, recordándonos que la palma habita diferentes asociaciones vegetales.

Cruzamos la quebrada y salimos nuevamente de la protección del bosque. Esta parte del sendero está muy seca, pero nuevamente nos sorprende un liquen en una gran roca.

Pocos pasos después, un añoso Quisco nos vuelve a sorprender con el amarillo de los líquenes que lo hospedan en su base.

Continuamos caminando, y el cerro La Campana nos maravilla. Aceleramos el paso porque el calor complica. Son cerca de las 14:30 horas, y llegamos al puesto de control para finalizar esta primera jornada.

Día 2

Primer viaje al Palmalillo, 12 de Abril 2023

Comenzamos nuestra ruta, esta vez en dirección al Palmalillo, lo primero que destaca en la ruta es un renuevo de palma Chilena de unos 2 años al lado del camino, sobreviviendo al ganado, en esta ruta nos encontraremos con mucho animales ajenos al parque, algo que no está permitido, pero las costumbres arraigadas por cientos de años en la comunidad de arrieros no cambia y siguen ingresando y ramoneando en el único parque nacional de la región y en donde la conservación de la biodiversidad debería ser una máxima.

La ruta continúa, y nos sorprendemos al descubrir líquenes en una Palma chilena, un fenómeno que ha sido poco estudiado y que despierta nuestra curiosidad. Parece que esta ruta nos deparará muchas más palmas que la ruta de ayer.

Seguimos la ruta en dirección al área casino, caminar por estos senderos e ir viendo las particularidades que tiene, nos da una mirada diferente y nos genera muchas preguntas de que tenemos que destacar en la guía, ya que hay tanto para mostrar, pero debemos definir un número limitado de estaciones.

Hemos llegado al área del casino alrededor de la 13:30, un momento perfecto para un descanso y una merienda antes de emprender el retorno. Cerca de las 15:00 horas, alcanzamos la portería, llevándonos consigo numerosas fotos y anotaciones con ello tendremos que buscar cuales son los aspectos destacados que queremos resaltar.

Día 3

Primer viaje a La Cascada, 28 de Abril 2023

En esta ocasión, nos dirigimos al Salto La Cortadera, también conocido como la cascada. El desafío de hoy es el segundo más extenso en términos de distancia, así que comenzamos temprano. Aunque el otoño ya se hace sentir, aún no ha llovido en el parque. A pesar de ello, bajo el manto de tierra de hojas, descubrimos los renuevos de Peumo. Esta capa de hojas en el suelo es fundamental, ya que sostiene la vida y contribuye a mantener la humedad necesaria para la germinación de las semillas del bosque. Observamos que la mayoría de los árboles ya tienen sus frutos listos, anticipándose a la llegada de las lluvias.

El mayu (Sophora macrocarpa) es un arbusto de la zona central de Chile que lo encontramos bajo el dosel del bosque y tambien a pleno sol y que en primavera nos deleita con una bella floración amarilla, ahora lo encontramos con una vaina llena de semillas, una de las particularidades del mayo es que se asocia con bacterias que fijan nitrógeno, por lo que seria fundamental en suelos degradados.

Nos encontramos con un colliguay cargado de frutos listos para explotar. Aunque no presenciamos su "explosión" y la dispersión de sus semillas, quedamos intrigados por este proceso que mejora sus probabilidades de supervivencia al aumentar la distancia de dispersión.

La ruta sigue revelándonos sorpresas, y en esta ocasión descubrimos un romerillo con una estructura peculiar asociada a una mosca. Las hembras de la mosca colocan sus huevos en los ápices de las ramas del romerillo. Cuando la larva emerge del huevo, penetra en el tejido del romerillo, provocando un crecimiento celular anormal y la formación de una estructura similar al plumavit, conocida científicamente como "agalla" y popularmente como "escupo". La larva de la mosca se queda dentro de esta estructura, alimentándose de los tejidos internos del tallo del romerillo hasta convertirse en una mosca adulta, mientras mas avanzamos, mas nos damos cuentas de como esto esta entrelazado.

Como en todo el recorrido, las grandes rocas se cubren de una variada gama de líquenes y algunas especies briofitas, otorgándoles un color y singularidad sin igual.

El sendero sigue su curso bajo el dosel del bosque por varios kilómetros y nos topamos ahora con una rama repleta de una amplia diversidad de líquenes. Sin duda, estas salidas nos han revelado un nuevo mundo de especies de líquenes; cuántas veces habremos pasado por ellas sin prestarles la atención que merecen.

Persistimos en el recorrido durante una hora o más hasta llegar al Salto La Cortadera, también conocido como la cascada. Desde el mirador, disfrutamos de esta excelente panorámica, lo que nos brinda la oportunidad de recuperarnos de las 4 horas de caminata y descansar por unos minutos.

La sorpresa nos embarga al observar el crecimiento de nalcas, plantas que comúnmente se asocian a zonas más australes. Sin embargo, su distribución abarca hasta la región de Coquimbo. Junto a ellas, encontramos diversas especies asociadas a ambientes más húmedos. Es probable que la sequía que ha persistido por casi 15 años nos haya hecho olvidar que nos encontramos en una región naturalmente más lluviosa, donde estas especies prosperan cómodamente en el valle de Ocoa.

Después de unos minutos admirando el origen de la cascada de Ocoa, iniciamos el retorno, deleitándonos con el primer plano ofrecido por el cerro La Campana.

Con las nubes como compañeras en el descenso, el recorrido se torna aún más placentero. Al ser las 16:43 hrs, la jornada llega a su fin. Nos despedimos con una gran cantidad de fotografías, enfrentando la encrucijada de seleccionar los puntos destacados de esta experiencia.

Día 4

Primera travesía Olmué - Ocoa, 29 Junio 2023

Esta esta oportunidad, realizaremos la travesía que cruza la cordillera de la costa, desde la comuna de Olmué hasta Ocoa, estamos a casi 70 kms en vehículo pero solo a 13 kms caminando, la huella que tomaremos, es una huella ancestral, probablemente usada por pueblos originarios, para moverse entre las diferentes zonas de la región.

Las lluvias demoraron este último viaje, pero el bosque nos sorprenderá con cambio de temporada, partimos a las 9:00AM y de inmediato comienza el ascenso, nos esperan mas de 700mts de desnivel, y lo primero que nos damos cuenta que gracias a la humedad de las primeras lluvias, los hongos de inmediato comienzan a emerger.

Para nuestra sorpresa uno de los primeros que nos toca ver, es un hongo “azul” (lepista nuda) que cuando te internas en el aprendizaje de este hermoso reino, es el primero que te sorprende ya que es completamente diferente a lo que uno está acostumbrado a ver, y claramente verlo en vivo, es diferente a apreciarlo en las fotos de RRSS o de algún libro.

Recorrer el sendero entre el sotobosque en esta temporada es sumergirse en un entorno repleto de brotes, pequeños hongos, hojas y numerosas ramas. Aunque de vez en cuando topamos con árboles caídos, y es fascinante observar cómo un hongo, posiblemente un trametes versicolor, lleva a cabo su labor descomponiendo gradualmente este árbol centenario. Es un recordatorio vívido del ciclo de la vida, del cual nosotros también formamos parte.

Continuamos ascendiendo, la pendiente ha sido exigente; nuestras piernas y corazones lo sienten. Este sendero ha sido testigo de la actividad humana durante cientos de años. Hace más de un siglo, la minería ha dejado su huella en las montañas de la cordillera de la costa. Al observar la ladera de frente, se distingue claramente la mina Balmaceda. Fue solo con el retorno de la democracia en Chile en los años 90 y gracias a la presión de los grupos ecologistas que se unieron para abogar por ello, que finalmente se logró el cierre de la mina que operaba dentro de un parque nacional. Este hecho, hoy en día, resulta difícil de comprender.

El sendero continúa ascendiendo en zigzag, llevándonos por laderas con orientación sur y otras con orientación norte. En este tramo, nos encontramos con el Quisquito (Eriosyce curvispina var. robusta), que asoma tímidamente. Poco después, divisamos otra especie que prefiere los lugares donde el sol acaricia toda la tarde: un hermoso Quisco (Leucostele chiloensis).

Cerca del mediodía, las primeras panorámicas comienzan a revelarse. Desde este punto, se vislumbra algo de Viña del Mar, pero lamentablemente, observamos cómo la mayoría de los cerros cercanos a Villa Alemana se han parcelado, fragmentando el territorio. Esta fragmentación es perjudicial para los mamíferos, ya que ven reducidos sus territorios y enfrentan la pérdida de biodiversidad. Además, la introducción de especies exóticas por parte de la población que se asienta en estas áreas afecta negativamente al ecosistema. En última instancia, los factores antropogénicos generados por nuestra especie son responsables de la actual crisis de extinción masiva.

Continuamos avanzando, y las panorámicas nos ofrecen un merecido descanso, renovando nuestras energías. Aunque este sendero es el más extenso de los cuatro que hemos recorrido, cada vista panorámica compensa el esfuerzo invertido.

A lo lejos se empieza a ver el portezuelo y sabemos que terminará lo más complicado de la ruta, llevamos 4 horas subiendo y los mas de 700 mts se sienten en las piernas, pero falta poco para empezar a disfrutar las vistas del Valle de Ocoa.

El portezuelo nos recibe con un cielo increíble. En cuestión de momentos, pasamos de contemplar el mar a divisar directamente el límite con Argentina y los majestuosos glaciares cordilleranos. Observamos cómo el paisaje cambia de inmediato, y la palma chilena comienza a ser la protagonista.

Mientras nos maravillamos con la cordillera de los Andes durante nuestro almuerzo en el portezuelo, un lugar tradicional de descanso, una pequeña lagartija disfruta del sol y nos da la bienvenida a su hogar. En estos recorridos, es crucial mantenerse atentos, ya que en el menor descuido, podríamos perdernos sorpresas igualmente hermosas.

Luego de almorzar y descansar, iniciamos el camino de regreso a casa. Recientemente atravesamos un bosque de Roble de Santiago, que marca el límite norte de su distribución, y ahora el paisaje cambia abruptamente. Los quisquitos y chaguales dominan la vista, disfrutando de un matorral de baja altura. No obstante, no podemos olvidar la presencia constante de la palma chilena, que se vuelve cada vez más frecuente en nuestro recorrido.

Son cerca de las 16:00hrs y la luna nos anuncia que tenemos que apurar el tranco, ya que tenemos que estar antes de las 17:00hrs en la portería, avanzamos rápido por un camino fácil, aunque parece que nunca va terminar.

Finalmente, a las 17:00 horas, completamos el desafío. Con muchos puntos y fotografías en mente, ahora solo nos queda tomar decisiones. Aunque aún nos espera la segunda salida, donde tomaremos la decisión final.

Día 5

Segundo viaje al Palmar 19, de julio 2023

Este invierno ha sido peculiar, con el otoño actuando como una extensión del verano, y las lluvias tardaron en llegar. En julio, comenzamos el mes con tan solo 33 mm de precipitación, pero los días ya se sentían más fríos. Aunque las primeras lluvias finalmente llegaron, marcando un cambio en la estación.

Comenzamos el día desde la portería del Parque Nacional, dirigiéndonos hacia el sector del casino a través del camino de los hornos. La primera sorpresa que encontramos fue un pequeño Quisco (Leucostele chiloensis) creciendo en un espino. Es probable que un ave disfrutara del guillave (fruto del quisco) y dejara las semillas sobre este espino. Las condiciones ambientales hicieron el resto. A lo largo de los senderos, observamos esta situación en varias ocasiones, demostrando que estas asociaciones son más comunes de lo que uno podría imaginar.

Continuamos la ruta y nos encontramos con un hermoso soldadito (Tropaeolum tricolor), que nos muestra cómo, con un poco de agua, las especies geófitas comienzan a brotar en el bosque. Estas especies tienen estructuras subterráneas, como bulbos, cormos, rizomas, tubérculos o raíces, que almacenan energía y les permiten sobrevivir en reposo durante las épocas desfavorables, como sequías y temperaturas extremas.

Durante estas épocas, toda la parte aérea de la planta se seca, dando la impresión de que está completamente muerta. Sin embargo, cuando las condiciones ambientales vuelven a ser favorables, las yemas de renuevo brotan nuevamente, y podemos disfrutar de estas pequeñas pero notables flores que incluso pueden cubrir varios metros, cubriendo casi por completo algunos árboles.

Las especies briofitas que en los viajes anteriores vimos de unos tonos cafe rojizo, ahora han despertado y tomado un verde intenso, gracias a la lluvia que sentimos en el Valle de Ocoa.

Mientras caminamos por el sendero nos percatamos de un lugar que probablemente fue el que uso Onofre jarpa, el insigne pintor chileno, para inspirarse en pintar sus tradicionales pinturas naturalistas de Ocoa, allá por principios del siglo XX, algo que nos demuestra que desde esa época ya se consideraba importante a nivel de paisaje y biodiversidad este valle.

La ruta continua en dirección al palmar, todo el equipo disfrutando el paisaje que nos entrega este hermoso valle, que poco a poco se va vistiendo de verde.

Una sorpresa más en nuestro camino: el primer y único Guayacán (Porlieria chilensis) que encontramos en todos los senderos recorridos. Este árbol estaba en plena floración, atrayendo a diversas abejas nativas, moscas florícolas y también muchas mariposas, como la hermosa Battus polydamas que capturamos disfrutando del néctar del Guayacán. Es un momento especial, ya que es uno de los pocos árboles que florece en esa época del año, convirtiéndose en una fuente importante de alimento para una amplia gama de pequeñas especies.

En el viaje anterior nos encontramos también con varios Mayu (Sophora macrocarpa) en el camino, todos en su época de semillas, ahora lo vemos en su otra etapa, en plena y hermosa floración amarilla.

Saliendo del area mas densa del bosque, nos detenemos a conversar sobre los avistamientos, y el Guayacán destaca entre todos. Coincidimos en que debe ser uno de los puntos destacados en la guía, ya que presenciar su floración es todo un espectáculo. Además, es notable por ser el único ejemplar presente en todos los senderos que recorrimos. Podría ser un sobreviviente o, quizás, las aves trajeron sus semillas desde otros lugares, convirtiéndose en el primer colonizador del Parque Nacional La Campana. Con suerte, con el tiempo, logrará generar descendencia.

Una de las cosas que uno se da cuenta en estos recorridos exploratorios es lo poco que uno conoce de toda la biodiversidad que existe y que uno puede disfrutar en estos recorridos, en especial en personas que han vivido toda su vida en la ciudad, el poco contacto con la naturaleza se ha dado en los últimos 40 años es por ello descubrir escarabajos como este, que comúnmente llamamos burrito (Rhyephenes humeralis), es una gran experiencia que cada visita al bosque es descubrir que hay un nuevo mundo por descubrir y tan poco por vivir.

Seguimos avanzando por el sendero y, después de unos minutos inmersos en el bosque, alcanzamos una bifurcación crucial. En este punto, debemos decidir nuestro rumbo: ¿nos dirigimos hacia el área núcleo del palmar, cruzamos hacia Olmué, o retornamos al punto de partida? En esta ocasión, decidimos apartarnos de las instrucciones originales y continuamos en dirección al área del casino.

Al acercarse el mediodía, llegamos al área casino. Este lugar siempre sorprende a los visitantes que lo exploran por primera vez. A pesar de su nombre, que puede resultar confuso, para nosotros es un lugar ideal para disfrutar de una pequeña colación y descansar las piernas.

Luego de avanzar unos pocos metros por el camino vehicular, nos percatamos de la presencia de una pequeña habitante. A los ojos de muchos, podría pasar desapercibida, pero al afinar nuestra mirada, empezamos a descubrir detalles fascinantes. En esta ocasión, nos encontramos con una Miersia leporina. Desconocemos si tiene un nombre común, ya que, al ser tan diminuta, es posible que haya pasado desapercibida para muchos, sin recibir un nombre específico. Al descubrirla, nos dimos cuenta de inmediato de que no se trataba de Miersia cornuta, una especie bastante común y ampliamente registrada en redes sociales. Teníamos la esperanza de que pudiera ser Miersia stellata, una especie recientemente descubierta el año pasado (2022) en una única población en Lampa. Hubiera sido un hallazgo significativo para la ciencia y la conservación. Sin embargo, tras una rápida búsqueda en internet, confirmamos que se trataba de la hermosa Miersia leporina.

Continuamos por la ruta del camino vehicular hasta desviarnos un poco hacia el mirador del Amasijo, el mejor lugar para apreciar el mayor palmar de Chile. Muchas personas desconocen que en Ocoa se encuentra el mayor número de palmas (Jubaea chilensis), con más de 70,000 ejemplares. Esto duplica la cantidad que tiene Cocalán, donde se estiman cerca de 35,500, y es diez veces más que las existentes en Viña del Mar - Valparaíso, donde se estima que hay alrededor de 7,000. Ocoa, a pesar de ser locales, sigue sorprendiéndonos y nos complace que más personas lo conozcan para maravillarse con su biodiversidad y contribuir a su conservación.

El día avanza y cerca de las 15:00 horas, concluimos la ruta, esperando que el día siguiente nos siga sorprendiendo y enseñándonos más de sus joyas naturales.

Día 6

Segundo viaje al Sendero el Quillay, 20 de julio 2023

El sendero comienza, y de inmediato notamos cómo ha cambiado el paisaje en comparación con nuestro primer viaje en abril. Las lluvias han cubierto todo con una fina capa de pasto, transformando los tonos amarillentos en un hermoso verde. Este cambio nos llena de alegría al anticipar un Ocoa florido con la llegada de la primavera.

De manera similar al cruce de Olmué a Ocoa, en las zonas más húmedas y con una mayor cobertura de bosque, el reino fungi se manifiesta de inmediato. Una vez más, nos encontramos con la especie Lepista nuda, que siempre nos sorprende con sus colores intensos. Después del espectáculo de flores en primavera, el invierno se está convirtiendo para nosotros en una temporada favorita, ya que nos permite maravillarnos con una biodiversidad que solo aflora y se exhibe en esta época. Este encuentro resalta la importancia de cada estación en revelar aspectos únicos de la naturaleza, recordándonos la constante transformación y belleza del entorno natural.

En esta ruta continua, nos percatamos de unas "ruinas" que anteriormente no habíamos notado: los vestigios de los antiguos baños que solían utilizarse en el ex-camping cuando aún se permitía acampar. La sequía, además de afectar la naturaleza, ha dejado su huella en los usos del parque. Durante muchos años, diversas familias tuvieron la oportunidad de disfrutar del contacto directo con el Palmar, alojándose en este lugar y conectándose profundamente con esta área silvestre protegida. Hoy, solo quedan recuerdos para aquellos afortunados que aprovecharon esa instancia, recordándonos la importancia de valorar y preservar los espacios naturales que, en el pasado, brindaron experiencias únicas.

En esta ocasión, el avance por el sendero ha sido más pausado, gracias al invierno que nos regala descubrimientos interesantes en cada paso. Cada rincón revela aspectos dignos de considerar para incluir en nuestra guía, enriqueciendo así la experiencia de quienes se aventuran por estos caminos durante esta temporada única.

Los líquenes de este sendero resultan simplemente increíbles. Aunque muchos puedan confundirlos con musgo o incluso pensar que son plantas de reducido tamaño, en realidad, los líquenes son el producto de una simbiosis perfecta. El componente principal es un hongo, que se asocia con una alga verde o una cianobacteria (un filo que abarca bacterias capaces de realizar fotosíntesis oxigénica). Cada uno de ellos puede albergar diversas divisiones, contribuyendo así a la formación del organismo final, es decir, el liquen.

Disfrutar de estas experiencias es lo que hace único explorar zonas de clima mediterráneo con bosque esclerófilo. Hace apenas unos minutos, caminábamos entre espinos y quiscos, característicos de zonas muy secas. Ahora, al llegar al fondo de la quebrada, donde el agua aflora, el paisaje se transforma de inmediato, recordándonos más a una selva que a una región del valle central. Nos encontramos con una imponente patagua(Crinodendron patagua), cuyo crecimiento peculiar puede deberse al ramoneo por parte del ganado. Además, descubrimos canelos (Drimys winteri), arrayanes (Luma chequen) y, sorprendentemente, una palma chilena (Jubaea chilensis). A diferencia de nuestra visita anterior, esta vez notamos la gran cantidad de pisadas en el pequeño brote de agua, principalmente de vacas, recordándonos la importancia de mantener la conservación de esta zona y se debería evitar el ingreso de ganado, el cual genera gran daño al ecosistema imperante.

Seguimos la ruta y una pequeña observación que nos llama la atención, son estas pequeñas especies briofitas. Estas plantas desempeñan un papel crucial al formar una capa que previene la erosión del suelo, facilitando la absorción y retención del agua de lluvia. Su habilidad para retener agua resulta beneficiosa para el ecosistema en su conjunto, pudiendo incidir en la disponibilidad de agua para otras plantas y organismos presentes en la región, lo que nos muestra como cuando eliminan toda capa vegetal, en los cerros para las plantaciones de paltos, aparte de que eliminan gran biodiversidad, también inciden en la absorción del agua que debería infiltrarse en las napas, acrecentando aún más, su rol en la sequía existe.

Con el día llegando a su fin, concluimos una vez más nuestra jornada y comenzamos a planificar la próxima salida. Nos dirigiremos hacia la cascada en nuestra siguiente aventura, programada para el próximo 27 de julio. ¡Esperamos ansiosos la continuación de nuestras exploraciones!

Día 7

Segundo viaje a La Cascada, 27 de julio 2023

La jornada se inicia con un sol radiante, y tras unos minutos de caminata, nos topamos con la primera piedra tacita. Este hallazgo nos evoca las recientes lluvias que bendijeron el valle de Ocoa en los últimos días. La naturaleza, a través de estos pequeños detalles, nos revela su dinámica y nos invita a apreciar la influencia del clima en el entorno, además nos trae a la memoria, una de las teorías que dice que los antiguos pueblos, ocupaban estas piedras con agua, para observar las estrellas y ubicarse en las estaciones del año.

La majestuosa presencia de La Campana se despliega en todo su esplendor, una visión que se nos concede sólo en contados días del año. La montaña se viste con tonalidades más verdosas, mientras el cielo adopta el azul nítido característico del invierno. Cada ángulo revela una perspectiva única de esta maravilla natural, convirtiendo la contemplación en un deleite constante.

En estos momentos especiales, la montaña se transforma en un lienzo en constante evolución, pintando paisajes que cautivan y asombran. La fusión de la vibrante gama de verdes con el cielo inmaculado crea una escena que deja una impresión duradera.

Este recorrido quedará grabado en nuestra bitácora por sus colores vibrantes y paisajes impresionantes. Y aquí, posiblemente, el pintor chileno Onofre Jarpa encontró inspiración para sus obras naturalistas.

Este rincón, lleno de historia y belleza, despierta la imaginación y nos transporta a un mundo donde cada rincón parece haber influido en las pinceladas del artista. La luz entre las hojas, los tonos de verde y los destellos de vida animal se mezclan en una experiencia visual que nos hace reflexionar sobre cómo la naturaleza puede inspirar la creatividad humana.

La ruta continua, en esta oportunidad Matias el administrador de la cuenta de instagram @aves_del_valle_de_ocoa nos acompaña, aprovechamos de contarle todos los avances que hemos logrado en todas estas salidas exploratorias, y lo que pretendemos lograr con ella, y como esta se pueda transformar en una excelente herramienta para los visitantes, además de una oportunidad de mejorar el turismo local.

Continuamos nuestro avance y nos topamos con una de las interacciones más fascinantes del recorrido. En esta ocasión, nos encontramos con lo que parece ser el excremento de una tenca, probablemente alimentada con el fruto de un quintral. Es impresionante observar cómo el quintral inicia su búsqueda de una nueva presa después de este encuentro. Para aquellos menos familiarizados, los quintrales son especies parásitas que se propagan a través de sus frutos, los cuales son consumidos por aves que luego caen en los Quiscos (Leucostole chiloensis). En este proceso, los quintrales liberan una especie de aguja que trata de penetrar en el sistema del quisco.

Este episodio revela la intrincada red de la naturaleza, donde cada elemento desempeña un papel único en el ciclo vital de otros. La conexión entre la tenca, el quintral y el Quisco ilustra cómo la vida en estos ecosistemas se entrelaza de maneras sorprendentes, mostrándonos una vez más la asombrosa complejidad y adaptabilidad de la vida silvestre.

No podemos dejar de resaltar la hermosa lagartija esbelta (Liolaemus tenuis) con sus colores vibrantes. La encontramos en un claro del sendero que llega directamente a unas rocas, el hábitat ideal para que estas lagartijas disfruten del sol y exhiban toda su belleza. Este encuentro no solo nos brindó la oportunidad de apreciar la asombrosa variedad de tonalidades de esta especie, sino también de entender cómo el entorno influye en su comportamiento y aspecto.

El reloj marca ya pasadas las 13:30 horas, y llegamos a la bifurcación donde tomamos el camino hacia la cascada. Aunque nos encantaría continuar en dirección a la mina de cuarzo, el tiempo no está de nuestro lado.

Después de casi 5 horas de caminata, finalmente alcanzamos nuestro destino. No obstante, los últimos 500 metros nos pusieron a prueba al adentrarnos en la quebrada y ascender en dirección a la empinada ladera norte. Aunque el desnivel no resulta agobiante, la combinación con el sol implacable de las 14:00 horas nos hace sudar.

El mirador de la cascada, ubicado en la cima, nos brinda una de las vistas más impresionantes del parque nacional. Este tramo nos incita a reflexionar sobre el agua y su trayectoria hasta este punto. No proviene de un afluente superficial de la cordillera alimentado por el deshielo de la nieve, sino que nos sumerge en el fascinante mundo del conocimiento por descubrir.

Este punto de parada nos ofrece la oportunidad de almorzar, recobrar fuerzas y prepararnos para la última etapa de la ruta, que nos permitirá contemplar la cascada desde una perspectiva única, elevándonos por encima de ella.

Iniciamos la última parte de nuestra travesía, retornando a la ladera norponiente donde La Campana se presenta imponente una vez más. Las majestuosas palmas continúan asombrándonos mientras nos adentramos justo detrás de la cascada. Atravesamos una zona bastante húmeda, y para nuestra sorpresa, nos encontramos con un quisquito (Eriosyce curvispina var. robusta) que prospera en este entorno bastante húmedo y oscuro, pero nos damos cuenta que justo se desarrolla en un claro del bosque. Finalmente, llegamos al lecho del estero.

En medio de la sequía, el agua ha adquirido un papel más relevante en la sociedad, especialmente en zonas donde el líquido vital es fuente de vida, como en el ámbito agrícola, del cual el valle de Ocoa forma parte esencial. Como habitantes de Ocoa, contemplar el nacimiento del agua con un caudal más robusto que en años anteriores nos llena de alegría, ya que señala que las cosechas podrán recibir el riego necesario, sosteniendo así una de las principales fuentes de trabajo en nuestra comunidad.

Iniciamos el regreso, apurando el paso para cumplir con el horario de cierre del parque a las 17:00 horas. Los colores de la tarde se despliegan maravillosos a lo largo de la ruta, brindando una perspectiva diferente para apreciar el parque en toda su magnitud.

Al llegar al final de la travesía, seguimos la tónica del viaje al despedirnos de La Campana y sus maravillosos paisajes en el corazón del Chile central.

Día 8

Segunda travesía Olmué - Ocoa, 5 de Octubre 2023

Partimos el último viaje, la temperatura ya está al alza, y esperamos que sea una buen sendero, la floración ya está llegando al máximo, lo que asegura buenas fotos.

Nuestra travesía nos conduce al portezuelo de Ocoa. Iniciamos por el sendero del andinista durante algunos metros, pero rápidamente nos recibe un cartel que nos ofrece diversas opciones para llegar al portezuelo. Siguiendo la elección de nuestro último recorrido, optamos por el sendero el Peumo, que serpentea bajo el frondoso dosel del bosque.

Al caminar por este sendero reconocemos de inmediato la gran diferencia que se produce en las diferentes laderas del parque nacional y se nota claramente que por el lado que da hacia olmue, el bosque es bastante diferente, mucho mas denso permitiendo el crecimiento de muchos helechos como este palito negro (probablemente Adiantum chilense), ademas de un gran numero de hongos, mucho mas en comparacion de los senderos tradicionales del sector ocoa.

De esta forma luego de seguir avanzando nos encontramos con un Tayu del Norte (Dasyphyllum excelsum), un árbol en peligro de extinción, que se encuentra en muy pocos lugares de la región, de hecho por el sector de Ocoa no hay registros, su distribución se da entre puchuncaví y la región del maule, en esta oportunidad, no lo vimos en flor, en un viaje anterior tuvimos la suerte de encontrarlo en flor, una maravilla poco estudiada, ya que solo se logra germinar cerca del 2% del total de semillas, aunque en este momento hay investigaciones, que buscan ver cómo mejorar estas tasas de germinación, para poder generar planes de restauración.

Este tramo ha deslumbrado con su belleza en esta temporada. Hemos sido testigos de la florescencia de numerosas especies, desde alstroemerias hasta huilmos, aunque las orquídeas, aunque presentes en menor cantidad que en años anteriores, aún asombran. Posiblemente, el retraso en las lluvias afectó su proceso de floración. Sin embargo, la verdadera sorpresa del camino fue la hermosa Calceolaria corymbosa, también conocida como capachito. Esta calceolaria, ampliamente distribuida en Chile, se revela como una de las flores más hermosas que se puede ver en este sendero, en esta época.

El sol se encuentra casi en su punto más alto y la ruta continúa ascendiendo sin tregua. Atrás hemos dejado el fondo de la quebrada, y ahora nos desplazamos por las diversas laderas. A pesar de la exigencia del camino, la majestuosidad del paisaje borra cualquier rastro de cansancio. Además, un visitante encantador, un picaflor gigante (Patagona gigas), se une a nuestra travesía. A pesar de sus movimientos velozmente ágiles, logramos captar su gracia mientras busca néctar. Es todo un espectáculo presenciar al picaflor más grande del mundo en acción, con sus movimientos rápidos que desafían nuestro intento de seguir su danza perfecta.

Con el reloj marcando las 12:40 hrs, alcanzamos el portezuelo de Ocoa. Como es común en estas rutas, los últimos metros suelen ser los más desafiantes, dando la ilusión de avanzar sin llegar nunca a este punto que separa Ocoa de Olmué. Sin embargo, una vez aquí, sabemos que se avecina la parte más extensa del camino, pero también la más sencilla: la bajada. Aunque la temperatura ha subido considerablemente y se siente de inmediato la diferencia entre las dos laderas, la vista se llena de postales con nuestras apreciadas palmas chilenas, que se exhiben en todo su esplendor.

Descendiendo por el camino, nos vuelve a asombrar la tenacidad de estos cactus (Eriosyce curvispina var. robusta). Su capacidad para aferrarse a la vida es sorprendente, y observar cómo crecen en esta forma peculiar nos intriga. Es posible que el cactus haya germinado de manera convencional, pero con el tiempo y tal vez debido a algún evento climático, el terreno cedió, dejándolo en esta posición única. En futuros viajes, esperamos seguir admirando estos cactus y, quizás, tener la suerte de presenciarlos en floración, completando su ciclo. Además, aguardamos descubrir más sobre esta especie en evolución, ya que en los últimos años la comunidad botánica ha realizado investigaciones genéticas profundas, lo que podría llevar a su clasificación como Eriosyce robusta o, como nos gusta llamarlo, el cactus robusto de Ocoa.

Hoy ha sido un día lleno de sorpresas. Aunque en los viajes previos observamos muchos chaguales a punto de florecer, en esta ocasión, los vimos en plenitud. Nos vimos obligados a detenernos para fotografiarlos y aprovechar la oportunidad de presenciar cómo un cometocino disfrutaba del néctar de esas imponentes flores. La naturaleza, una vez más, nos brinda un espectáculo único y fascinante.

Hemos descendido desde el portezuelo y acabamos de atravesar el centro del palmar, también conocido como el área núcleo. No deja de llamar nuestra atención la escasa cantidad de añañucas que hemos observado. En otros años, solíamos ver extensas áreas cubiertas por estas flores, pero en el año 2023, al igual que con las orquídeas, su presencia ha sido limitada. Es probable que los cambios en el clima hayan afectado la floración de esta temporada. A medida que exploramos estos senderos una y otra vez, cada recorrido revela nuevos detalles y pequeñas interacciones naturales que antes pasábamos por alto, ahora cobran sentido y enriquecen nuestra comprensión del entorno.

Son las 15:30 hrs, y nos acercamos al control, marcando el fin de nuestro proceso de exploración. No podemos dejar de destacar a la palma chilena, el foco central de conservación en este parque. Para nosotros, representa un emblema del bosque esclerófilo del centro de Chile, catalogada como uno de los "tres grandes" junto al Alerce y la Araucaria. A lo largo de los casi 70 km recorridos en estos senderos, las palmas han ocupado un lugar central. Sin duda, estos caminos nos han permitido retroceder en el tiempo, imaginando cómo era Chile antes de las ciudades, cuando las comunidades cruzaban montañas para conectarse y formar relaciones sociales. Era una vida diferente, donde la naturaleza reinaba y el ser humano era solo una pequeña parte. En contraste con el presente, donde la naturaleza ya no ocupa el centro de nuestras vidas y ha sido sacrificada en aras del desarrollo humano. Quizás estos senderos sirvan como ventana para que las generaciones futuras comprendan la necesidad de cambiar nuestro enfoque y aprender a relacionarnos de una manera que beneficie a todos los participantes de esta comunidad.

A las 17:20 horas, llegamos al final del recorrido. Hemos adquirido un conocimiento considerable y tenemos mucho trabajo por delante para crear una guía que sea útil para los visitantes. Además, buscamos fomentar la conexión de más personas con los emprendimientos turísticos del Valle de Ocoa. El siguiente paso implica una labor de difusión para que esta información sea de utilidad para un público más amplio.